Esta canción fue compuesta por Enrique Cofiner en 1955 y su interprete más conocido, en época reciente, es Manolo Escobar pero, si vamos a los orígenes de esta copla, su más genuino cantante fue Jorge Sepúlveda, que se llamaba realmente Luis Sancho Monleón y había nacido en Valencia en 1917.
Herido de guerra y perteneciente al bando republicano, en la postguerra franquista tuvo que buscarse la vida como pudo. En la década de los 40, comenzó como cantante en Zaragoza, pero pronto llegó al Casablanca de Madrid, aquella sala de aires cosmopolitas con orquesta y cantante que sobrevivió hasta los años 70. De allí dio el salto a cientos de actuaciones en salas de fiesta, estudios de grabación y emisoras que le dieron gran popularidad a través de aquellos espacios de música dedicada.
Con su voz grave y su aspecto de galán, fue un cantante de grandes éxitos como Mirando al mar, María Dolores, Limosna de amor, Dos cruces, Santander... y otros muchos boleros y pasodobles de la época, como este que he seleccionado y que hoy en día, tiene aromas de baúl y naftalina.
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